La primera semana de obligatoriedad del uso de la mascarilla en todos los espacios públicos de Andalucía, está dejando algunos episodios complicados y que no dejan de tener un cierto sabor surrealista. Uno de ellos sucedía en la mañana del jueves 23 de julio en la estación de RENFE de Utrera, cuando una ciudadana de unos 65 años provocó un altercado al negarse en reiteradas ocasiones a portar la mascarilla.
Hay que recordar que el uso de esta prenda en el transporte público es obligatorio desde hace ya varios meses, una norma que los vigilantes de seguridad se afanan en cumplir de manera diaria. Pero en el tren que partía en dirección a Sevilla a las 8.00 horas, esta ciudadana se negó a ponerse la mascarilla, a pesar de las peticiones realizadas por el resto de los pasajeros e incluso el conductor del tren. En este caso, al no estar presente ningún vigilante de seguridad, una llamada a la Policía Local de Utrera acabó con el problema.
Así, los agentes de la Policía Local de Utrera acudieron a la estación de tren, donde procedieron al desalojo de esta persona del convoy y fue multada con los preceptivos 100 euros. Fruto de este incidente, el tren partió con unos 15 minutos de retraso sobre el horario previsto.
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