Debido a la creciente alarma social generada por los ‘narcopisos’ situados en la calle Cullera, en el madrileño barrio de Lucero (distrito de Latina), y «el riesgo de que esta zona se convierta en un lugar con mayor inseguridad real y percibida», el Colegio Profesional de la Criminología de la Comunidad de Madrid (CPCM), a través de su Grupo de trabajo de Criminología aplicada a la Función policial, ha desarrollado un análisis detallado y una serie de propuestas para abordar la problemática actual.
Debido a la creciente alarma social generada por los ‘narcopisos’ situados en la calle Cullera, en el madrileño barrio de Lucero (distrito de Latina), y «el riesgo de que esta zona se convierta en un lugar con mayor inseguridad real y percibida», el Colegio Profesional de la Criminología de la Comunidad de Madrid (CPCM), a través de su Grupo de trabajo de Criminología aplicada a la Función policial, ha desarrollado un análisis detallado y una serie de propuestas para abordar la problemática actual.
Los datos policiales indican un aumento de delitos relacionados con drogas y actividades delictivas asociadas, como robos y vandalismo. Y encuestas locales muestran que los residentes tienen una percepción baja de seguridad, especialmente en torno a los edificios identificados como ‘narcopisos’.
El trabajo de campo realizado por los criminólogos, titulado ‘Propuesta criminológica para una intervención y prevención eficaz en el barrio de Lucero ( Madrid), ha contado también con entrevistas realizadas a los vecinos, quienes revelan que la problemática comenzó con la llegada de una familia conflictiva que ha ocupado varias viviendas.
Desde entonces, califican como “dramática” la convivencia, salubridad e inseguridad de la zona y destacan que las intervenciones policiales han sido “insuficientes” y los narcotraficantes se sienten «intocables». Por tanto, los vecinos han perdido la confianza en las instituciones y expresan una sensación de “vulnerabilidad e indefensión”.
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