La Guardia Civil, a través del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA), ha intensificado sus esfuerzos para garantizar la correcta gestión de los gases refrigerantes presentes en los sistemas de aire acondicionado de los vehículos al final de su vida útil. Estas sustancias, conocidas como gases fluorados, poseen un elevado potencial de efecto invernadero y representan un riesgo significativo para el medio ambiente y la salud pública si no se manejan adecuadamente.
En el marco de la "Operación Leocatcyl", llevada a cabo en Castilla y León, el SEPRONA inspeccionó 84 Centros Autorizados de Tratamiento de Vehículos (CATs). Como resultado, se imputaron a 23 personas por presuntos delitos contra el medio ambiente y se registraron 36 infracciones administrativas relacionadas con la contaminación atmosférica y la gestión de residuos. Esta operación se originó tras detectar que varios desguaces no recuperaban correctamente los gases de los sistemas de climatización, liberándolos directamente a la atmósfera.
Asimismo, en la provincia de Ávila, durante la operación "AVICAT" en 2024, se investigó a siete responsables de CATs por la emisión indebida de hasta 4.998 toneladas de CO₂ derivadas de una gestión inadecuada de los gases refrigerantes. Las investigaciones revelaron discrepancias significativas entre las cantidades de gas declaradas y las realmente recuperadas, evidenciando prácticas que ponen en riesgo el equilibrio de los ecosistemas y la salud humana.
En Salamanca, la Guardia Civil inspeccionó 11 desguaces, revisando más de 10.000 vehículos. Se detectaron graves incumplimientos de la normativa medioambiental en tres de ellos, relacionados principalmente con la gestión incorrecta de los gases refrigerantes. Esta intervención evitó la emisión de más de 3.600 toneladas de CO₂ a la atmósfera, contribuyendo a la protección de la capa de ozono y a la mitigación del calentamiento global.
Estas actuaciones subrayan la importancia de una gestión responsable de los gases fluorados en los vehículos fuera de uso. La normativa actual promueve la reutilización de estos gases siempre que sea viable, exigiendo su extracción controlada, almacenamiento en recipientes homologados y comunicación de las cantidades recuperadas a las autoridades competentes. El SEPRONA continuará realizando inspecciones en los CATs para asegurar el cumplimiento de estas normativas y proteger el medio ambiente.
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