Tres menores detenidos y cinco policías heridos en un altercado en la piscina de Moratalaz

Primera refriega importante de la temporada en las piscinas municipales de Madrid. Numerosas unidades del Cuerpo Municipal tuvieron que intervenir ayer en el recinto de Moratalaz tras desatarse una pelea multitudinaria alrededor de las siete de la tarde, en plena hora punta de bañistas. Tres menores resultaron heridos y cinco agentes sufrieron heridas de carácter leve.

La mecha prendió después de que una pareja de agentes se personase en el enclave para acometer una visita rutinaria, dentro del plan de seguridad de instalaciones deportivas. Al llegar, los vigilantes del espacio advirtieron a los uniformados de la presencia de varios grupos consumiendo alcohol y fumando en shisha, dos acciones totalmente prohibidas. Los propios encargados de seguridad habían sido amenazados de muerte previamente por algunos de estos sujetos al intentar que depusieran su actitud.

Con todo, los agentes se acercaron a los implicados y trataron de que estos abandonaran la piscina. Todo parecía ir bien hasta que un individuo lanzó un puñetazo a uno de los funcionarios. Ello provocó que la masa se creciera, hasta el punto de que medio centenar de bañistas llegaron a rodearlos. Tal era la situación de tensión, que se movilizaron más de una decena de unidades, del Cuerpo Municipal la mayoría de ellas, pero también alguna del Nacional.

Los vigilantes de seguridad habían sido amenazados de muerte previamente por algunos de estos sujetos al intentar que depusieran su actitud.

Porra en mano, los policías lograron dispersar al gentío, aunque no sin dificultades. Además del primer agresor, dos menores más terminaron arrestados por tirar vasos a los funcionarios e intentar golpear a un vigilante de seguridad privada. Los tres detenidos, de origen español, fueron conducidos a los calabozos del Grupo de Menores (GRUME), acusados de un delito de atentado a la autoridad.

Conflictividad

Piscinas como la de Moratalaz están señaladas en rojo por su alta conflictividad. Así lo aseguran antiguos empleados que han sufrido en sus propias carnes episodios de violencia en estas instalaciones. En 2020, las agresiones bajaron debido a la pandemia. Sin embargo, la tendencia hasta entonces era claramente alcista. La contratación de efectivos de vigilancia, a través de empresas externas, corresponde a las juntas de distrito. Se explica así el hecho de que algunas instalaciones cuenten con más personal que otras, siempre en función del presupuesto destinado. Esta temporada trabajarán alrededor de 800 personas, entre las que se incluyen las destinadas a cubrir puestos de control.

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