Ángel Suárez, más conocido como Cásper, el ladrón que se llevó el contenido de 89 cajas de seguridad del Banco Popular de Yecla en 1998, falleció este sábado en Madrid. Según informa El Español, el afamado butronero habría muerto debido a un cáncer apenas unas semanas después de haber conseguido la libertad por razones humanitarias, al ser el estado de su enfermedad terminal. Fue la junta de tratamiento del centro penitenciario de Soto del Real, en el que se encontraba interno hasta entonces, quien redactó una propuesta para otorgarle el tercer grado, aunque en este caso no fue necesario que retornara a la prisión para dormir.
Aunque a lo largo de su dilatada trayectoria criminal asestó algunos golpes de enorme repercusión mediática, como el robo de 17 cuadros y otras obras de arte en la residencia de la empresaria Esther Koplowitz, perpetrado en agosto de 2001, para ese momento los especialistas en crimen organizado de las fuerzas de seguridad ya sabían que Ángel Suárez les iba a proporcionar muchos disgustos.
No en vano, uno de sus primeros grandes éxitos, y posiblemente el más rentable, ya lo había protagonizado en diciembre de 1998, cuando aprovechando la festividad de la Nochebuena penetró con su banda en la oficina principal del Banco Popular de Yecla y, haciendo uso de una lanza térmica y grandes dosis de arrojo, reventó 89 cajas de seguridad privada. Nadie sabe realmente hasta dónde ascendió el botín, pues la cantidad denunciada oficialmente por las víctimas fue de 3,6 millones de euros, aunque las cifras –más creíbles– que acabó estimando la Policía oscilaron entre los 12 y 18 millones de euros.
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